ARQUITECTURA | DIVULGACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL

Cuenta la leyenda que cuando Viriato ganaba una batalla a las legiones romanas, les arrancaba un trozo de bandera y lo ponía en un palo a modo de victoria.

Años después, Fernando el Católico añadió una tira verde esmeralda a la bandera de Viriato, por ser Zamora una ciudad «noble y leal» tras la batalla de Toro de 1476.

La noble seña sin falta

bermeja de nueve puntas

de esmeralda la más alta

que Viriato puso juntas,

en campo blanco se esmalta.

¿Quién es esa gran señora?

la numantina Zamora

donde el niño se despeña

por dejar libre la enseña

que siempre fue vencedora.

Gratia Dei. Batalla de Toro, 1476.